En nuestro tercer día de viaje, llegamos por la tarde a Trondheim o la antigua Nidaros, tras salir de Lillehammer por la mañana y haber hecho parada en Roros para comer.

Lo primero que nos regalo esta milenaria ciudad fue un bonito arco iris porque como es habitual, estaba lloviendo 😉

Nos alojamos en el P-Hotels Trondheim, situado en el corazón de la ciudad. Dejamos nuestro equipaje y nos fuimos a dar una vueltecita para tener una primera toma de contacto.

Trondheim es la capital de la región SørTrøndelag y la tercera ciudad más poblada de Noruega. Tuvo el honor de ser la capital hasta ser desbancada por Oslo durante más de dos siglos. Es una ciudad que cuenta con una gran tradición vikinga, y es por eso que se la considera la Noruega vikinga.

También cuenta con su propio bicing gestionado incluso por la misma empresa 😛

Y como no, los trolls típicos de las tiendas de souvenirs donde se podía comprar algunos complementos de un gusto bastante dudoso O_O

La Nidaros Domkirke es la mayor atracción de Trondheim, un centro de peregrinaje y una de las construcciones más representativas de toda Noruega. Está dedicada a San Olaf, el jefe vikingo que introdujo el Cristianismo en Noruega y en la parte trasera encontramos un pequeño cementerio.

Su construcción original data del s. XI, pero fue destruida en varios incendios y sometida a diferentes restauraciones, por ese motivo es una catedral medieval con elementos góticos y románicos.

Destaca la impresionante fachada principal, con gran cantidad de estatuas de reyes, patriarcas bíblicos y obispos noruegos.

Y justo a su lado encontramos el Palacio del Arzobispo del s. XII, un complejo de edificios que actualmente funciona como sede de diferentes museos.

Y para terminar, la foto del día. Próxima parada Atlantic Road

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