A tan solo un par de horas de Barcelona en coche dirección Berga, podemos encontrar el Santuario de la Mare de Déu de Lord, actualmente habitado por una pequeña comunidad de monjes diocesanos.

Pertenece al municipio de Sant Llorenç de Morunys, situado a 6km de él y se encuentra a 1200m de altitud sobre la cima de la Mola de Lord en medio de la nada, por decirlo de alguna manera.

Fuente: Aldeaglobal.net

Los primeros vestigios del santuario se remontan al siglo X, y desde entonces ha sufrido varias reconstrucciones, la más reciente del 1870. Además, fue declarado en 2008, bien cultural de interés nacional en la categoría de monumento histórico.

Se puede llegar en coche hasta la base de la Mola de Lord, aunque si sois de andar es mejor aparcar cerca de la ermita románica de Sant Serni del Grau del s.XI-XII y continuar a pie desde ahí.

Tras unos 30 minutos de paseíto tranquilo, llegamos a la base de la Mola y encontramos las escaleras de ascensión que siguen un viacrucis.

Tras unos 15-20 minutos de ascensión, del cual vale la pena ir disfrutando del paisaje, nos encontramos con una puerta de hierro forjado, que nos avisa que los perros deben ir atados para no asustar al ganado. Así que preparamos la cámara para sacar algún que otro primer plano de alguna ovejita despistada, jejeje XD

Lo primero que nos encontramos es la capilla de Sant Pere Màrtir y la estación del pequeño teleférico manual que usan para subir las provisiones. Imagino que subir a pie y cargados hasta los topes es de masoquistas… Ni rastro de nuestras esperadas ovejitas 🙁

Para llegar al Santuario solo hay que andar un poquito más por el altiplano, que en principio puede visitarse hablando con los monjes. Nos llama la atención el cartelito con la venda de souvenirs para los más devotos, aunque yo me quedo con el agua fresquita que salía de la fuente.

Nuestra visita coincidió en plena rehabilitación, así que no nos hizo falta llamar al timbre y tampoco nos impidió echar un ojillo por dentro, incluso de lejos pudimos llegar a ver la Mare de Déu de Lord, una talla de madera del s. XIII.

Hay que reconocer que las vistas son impresionantes, así que vale la pena darse una vueltecita y sí… había ovejitas pasturando, pero a buen recaudo, así que de primer plano na de na 🙁

Sin duda, se trata de un mirador privilegiado del Valle de Lord, como esta panorámica del pantano de la Llosa del Cavall. Además de la tranquilidad del entorno que tanto se agradece a aquellos que estamos acostumbrados al ruido constante en la ciudad.

Una escapada ideal para desconectar de la ciudad y disfrutar de unas espectaculares vistas 😉

Más fotos en el set de Flickr

Saludos a lo “Karate Kid” desde el cañón que conmemora las guerras carlinas en el Santuario de Lord.