Como algunos recordareis, hace unos meses os presentaba a dos de mis mascotas: Diana & Donovan, una pareja de Dragones Barbudos o Pogonas.

Desde entonces, Diana se ha quedado encinta varias veces y hemos podido contemplar como engordaba y buscaba un lugar en el terrario donde esconder y enterrar a sus futuros retoños, para que cuando nazcan puedan absorber el saco vitelino, alimentarse los primeros días de vida y tener fuerzas para salir a la superficie a cazar. (Claro que en cautividad, cambiamos caza por paseo, jejeje).

Hace tiempo que andaba con la curiosidad de poder inmortalizar ese momento, pero desgraciadamente al despertar por la mañana me encontraba con el pastel. 🙁

Dicen que a la tercera va a la vencida y en esta ocasión así ha sido.  Aquí os dejo un cortito vídeo (también disponible en youtube), donde podréis presenciar a Diana en pleno parto, que en su caso es poniendo huevos, claro.

Al final fueron 21 huevecillos los que llegó a poner. Però para que puedan llegar a nacer, es necesario incubarlos en unas condiciones óptimas de temperatura y humedad usando una incubadora.

Lo realmente sorprendente es…  ¿Cómo pueden salir tantos huevos de un bicho tan pequeño?. Misterios de la madre naturaleza…

Para el que tenga curiosidad, de momento no hay intención de aumentar la familia, así que aunque esta puesta no era fértil (Donovan llevaba tiempo hibernando y sin él, los retoños no pueden crearse), tampoco los hubiéramos incubado.